Esta vez el final no ha sido feliz, pero quedas en nuestros corazones, pequeño Xeco. Has cruzado el arcoiris antes de que tu dueño pudiera encontrar un lugar en el que recibieras todo el amor que te merecías y él no podía darte.
Recuerda a los que aún esperan, como tú, una familia que les valore y agradezca toda esa lealtad que solo vosotros sabeis dar.
Ha sido un honor conocerte, Xeco. Descansa y no nos olvides.
Comentarios
No hay comentarios.