Pensar en William es pensar en el perro perfecto. Tiene un carácter excepcional, jamás tiene un mal gesto ni con personas ni con otros peludos. Bueno, unicamente es un poco celoso con su comida pero sus «avisos» se limitan a miradas incendiarias, nunca a morder a nadie. Es un sharpei precioso que apareció en una carretera cercana y nos tuvo varios meses intentando recogerle. Es más listo que el aire. Finalmente conseguimos traerlo con nosotros y nos llevamos la sorpresa de su comportamiento, siempre correcto y tranquilo. Es un perro con el que da gusto compartirlo todo. Es mimoso, alegre, obediente… Es el perro perfecto.
no se han encontrado imágenes
Comentarios
No hay comentarios.