Cuánto te voy a echar de menos, pequeñajo. Tu gran parecido con el inimitable Pusa te hizo entrar en mi corazón y mi vida por la puerta grande y de golpe. Ahora la alegría de que tengas tu propio hogar se ve un poco empañada por que ya no vas a estar a mi lado. Se todo lo feliz que te mereces, pequeño. Te querré siempre.
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