Son tantos los recuerdos, tantas las sonrisas que os debo, tantos los buenos ratos que hemos pasado juntas…. Mis chicas de oro han ido durmiéndose poco a poco, sin casi dejar que me hiciera a la idea de sus pérdidas. Se que es ley de vida, que la salud y la edad no perdonan… pero es duro decir adios a amigas como vosotras. Habeis enriquecido mi vida de una forma muy especial y quiero creer que no nos decimos adios sino hasta la vista.
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