Este sí que ha sido un final feliz. Sombra, que en estos poquitos días se ha ganado el corazón de todos los compañeros que la hemos conocido, ha encontrado a sus dueños.
Al parecer su microchip «emigró» a otra zona del cuerpo y no se lo encontraron la primera vez que le pasaron el lector.
Ahora ha regresado a casa y estaba feliz y contenta cuando la dejamos con sus amigos de toda la vida.
No te olvidaremos preciosa, eres lo más dulce que uno se puede imaginar.
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