Pluto es otra víctima más de la llegada de la cigüeña. A sus once años ha tenido que aprender a vivir sin su familia, con la que estaba desde el mes y medio de edad. Le tenemos un especial cariño porque nos duele sobremanera verle quedarse mirando horas y horas hacia la puerta, esperando el regreso de sus queridos amos… Hemos intentado sustituír su compañía, contínua por el especial trabajo que tienen, por la nuestra y parece que va recuperando las ganas de vivir. Es un perrete nacido en 2009, sano y buen comedor, obediente, muy bien educado y que convive sin problemas con los demás animales, además es un mimosón que disfruta con estar tumbado a nuestro lado o dar tranquilos paseos con nosotros. Sería estupendo que tuviera una segunda oportunidad en su vida y no la acabara aquí, añorando el calor y la seguridad de un hogar propio.

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