Ya habíamos desistido de soñar que nuestro grandullón encontrara a esa familia sensible y cariñosa que valorara su compañía, pero ha habido suerte y se han encontrado. Y lo mismo ha ocurrido con Lucero, aunque en esta adopción ha habido más un flechazo que una búsqueda. Fué llegar, mirarse a los ojos y enamorarse perro y humano, humano y perro. Unas adopciones que nos han hecho muy felices.
- Olaff
- Olaff
- Lucero
- Lucero
Comentarios
No hay comentarios.