Vas a una familia que se ha preocupado antes de adoptarte de saber más cosas del carácter de tu raza, de cómo darte la mejor vida posible, de como tenerte con todas las garantías y que tu convivencia con ellos sea de la mejor calidad.
No te mereces menos, desde luego. Vamos a añorar tus juegos y tus saltos de alegría y como te acercabas cada mañana moviendo todo el cuerpo arrastrado por tu rabido para darnos los buenos días.
Vas a ser feliz porque todo tú eres alegría y positividad. Te querremos siempre.
Comentarios
No hay comentarios.