Te encontramos herida y asustada y supiste agradecernos como nadie los cuidados que te dimos. Has crecido entre nosotros hasta convertirte en una gran perra, cariñosa y activa, a la que nunca se podía ignorar. Ahora te has ido silenciosa, sin una queja ni un reclamo de atención…. Maggie bonita, cuando nos encontremos al final del arco iris me tienes que explicar porqué me has dejado así, de la noche a la mañana. La espina que sacamos de tu ojito la llevaré clavada en el alma hasta que pueda reencontrarte, bonita mía. Hasta siempre.
Comentarios
No hay comentarios.