Nos acompañaste durante tan solo unas horas, pequeño. Tu estado era tan precario que los veterinarios no nos dieron la más mínima esperanza pero, a pesar de todo, tu mamá de acogida te mantuvo caliente junto a su corazón y te ofreció todo el amor y las atenciones que estaban en su mano. Has cruzado el arcoiris y ahora nos esperarás jugando con los amigos que ya nos esperan allí. Pudimos disfrutar de tu compañía poquito pero nos permitiste darte todo el cariño del mundo.
Comentarios
No hay comentarios.