Nos dieron el aviso de que en una carretera secundaria cercana había dos perritos, uno de los cuales no se movía y el otro no se separaba de él, con gran peligro porque es una vía con bastante tráfico, sobre todo de camiones. Cuando llegamos nos encontramos con que era tarde ya para la podenquita que había muerto atropellada y que su compañero, Freddy, no quería separarse de ella de ninguna manera, ni con comida, ni con chucherías, ni con agua fresca, ni con paciencia… Nos costó dos largos días y un buen mordisco para uno de nuestros compañeros el poder retenerle. Pero ha merecido la pena porque, además de salvarle la vida, hemos encontrado un camarada espectacular. Es simpático en cuanto pierde el miedo que todavía siente hacia los humanos, sobre todo hombres. Es alegre y juguetón y un compañero estupendo con los demás peludos. Calculamos que nació a mediados de 2014 (06/2014) así que además es joven y esta aparentemente sano. Tiene buen apetito y cuando pierde el miedo es obediente y amable. Sera un estupendo compañero con el que compartir la vida.

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