Amigos, al recordaros no puedo negar que siento un poco de pena por haber tenido que prescindir de vuestra compañía, pero rapidamente os imagino en vuestros hogares, con vuestras familias y recibiendo la atención, la seguridad, el bienestar y el respeto que os merecéis y eso me hace sonreir y atesorar vuestro recuerdo para sacar de él fuerzas y seguir adelante. Cada uno de vosotros habéis dejado un hueco que ha llenado otro peludo necesitado. También se que en un rinconcito de vuestros corazones esta el recuerdo de todo el amor y dedicación que aquí se os ha ofrecido. Sed felices y no nos olvideis. Nos reencontraremos todos al pie del arcoiris.