Esta vez sí, Disco, precioso mío.
Te vas con personas que primero te pasearon y, cuando han visto que te han devuelto tus primeros adoptantes, han venido corriendo para llevarte a su casa y a su familia.
Te has ido contento, dejádome con dos palmos de narices otra vez, descastado! Pero me quedo contenta también y tranquila; ahora sí. Ahora ya has llegado a casa.
Te quiero, pequeñajo.
Comentarios
No hay comentarios.