Consejos para el cuidado del cachorro

ALIMENTACIÓN

Los cachorros deben comer un pienso adecuado tanto para su edad como para su tamaño.

Por ejemplo un perro tipo Yorkshire tendrá que comer un pienso para cachorros de razas pequeñas, mientras que un cachorro de Pastor Alemán o de Bóxer  comerá una dieta para cachorro de razas grandes.

Las diferencias de tamaño en los perros están relacionadas con diferencias en las etapas del crecimiento, y también con la presentación de algunas enfermedades (como la displasia) en unas razas más que en otras.

Los cachorros de raza pequeña deberán comer ese tipo de alimento hasta los 12 meses de edad, mientras que los de raza grande deberán mantener esta dieta hasta los 18 ó 24 meses.

FRECUENCIA Y CANTIDAD

Un cachorro deberá ser alimentado 3 ó 4  veces al día. A partir del los 6 meses aproximadamente, comerá 2 veces al día.

Cuando cumplan un año de edad, los perros pequeños y medianos podrán hacer una única comida. En el caso de los perros de raza grande es conveniente mantener 2 comidas al día, incluso en la edad adulta, para prevenir dilataciones gástricas o torsiones de estómago. Los fabricantes de alimento para perros recomiendan una cantidad orientativa según la edad y el peso del animal. Esta cantidad debe dividirse para ser administrada en varias raciones durante el día.

Se debe poner la ración a disposición del cachorro 15 minutos y retirarla aunque no la haya terminado. Se repetirá la misma operación en cada comida hasta que el perro aprenda que debe comer cuando se le ofrezca el plato.

 

Esta es la mejor manera de alimentar a nuestra mascota:

·        Es más natural. En la naturaleza la comida no está disponible todo el día.

·        Esta rutina ayudará a que nuestro perro acepte siempre el pienso que le pongamos, incluso si es necesario cambiarlo, o darle alguna dieta especial por alguna enfermedad.

·        Si nuestro cachorro siempre como perfectamente su pienso, y sólo su pienso, si algún día lo rechaza sabremos que está enfermo.

 

CALIDAD

Por último, es importante hablar de la calidad y composición de los alimentos para perros. No existe un control estricto en este ámbito como en otros países. Lo que sí podemos asegurar es que calidad y precio van unidos.

En efecto, un pienso de bajo precio y otro de precio mucho más alto tendrán la misma composición en la etiqueta.

La diferencia está en LOS INGREDIENTES que se utilizan para hacer el alimento y conseguir esa composición:

·        Un pienso de baja calidad tendrá entre sus ingredientes por ejemplo, harina de plumas, harina de sangre, grasas de origen animal,… Es decir despojos de todo tipo, plumas pieles, cartílagos, huesos, etc.

·        Un pienso de alta calidad tendrá en sus ingredientes pollo, pavo, cordero,… Es decir, carne de pollo, de pavo, de cordero. Indicando además qué porcentaje mínimo contiene dicho pienso.

 

ASEO

Al igual que un bebé, el cachorrito dedicará el día a dormir, jugar, comer y hacer pipí y caca. Debemos enseñar al cachorro dónde está permitido o no hacer sus necesidades.

Como ya veremos más tarde, el cachorro no debe pisar el suelo de la calle hasta que no haya completado su ciclo de vacunaciones. Para la enseñanza de la limpieza debemos aprovechar el comportamiento instintivo que ha heredado nuestro perro.

Para comenzar es aconsejable limitar el espacio al que accede nuestra mascota dentro de la casa. Por ejemplo, estar sólo en la cocina o en la galería. Se recubre TODO el suelo de periódicos excepto un rincón reservado para su camita, bebedero y comedero.

En la naturaleza, los cachorros salen de la guarida para defecar y orinar, nunca ensucian donde comen o duermen, a no ser que estén enfermos o tengan una alteración del comportamiento. Por eso mismo, cuando nuestro cachorro haya terminado de comer y beber, o esté durmiendo y sienta necesidad, se alejará del rincón de descanso y depositará sus necesidades sobre el periódico. Conforme pasen los días y las semanas, alejaremos poco a poco los periódicos de su zona de descanso hasta que sólo un rincón de la habitación esté recubierto por periódicos. Instintivamente, nuestro cachorrito acudirá siempre a los diarios para hacer pipí o caca.

Cuando el cachorro tenga más o menos claro dónde está su váter, se le puede permitir el acceso a alguna zona más de la casa (pasillo, salita), según sea el tamaño del cachorro.

Cuando el cachorro esté completamente vacunado y pueda pisar la calle, retiraremos completamente los periódicos. Habrá que estar atento al animal y conocer sus horarios y el lenguaje para bajarle a la calle en cuanto veamos que tiene necesidad. Normalmente después de una siesta suele hacer pipí y después de cada comida suele hacer caca. Se le castigará siempre con la voz cuando se le escapen sus necesidades en casa y se le premiará siempre que lo haga en la calle.

Algunos cachorros, después de pasear una hora, se retienen y hacen sus necesidades al subir a casa. Esto se debe a que ven la calle como algo extraño y quizás le tienen algo de miedo, mientras que en casa se sienten seguros y protegidos. Pero de cualquier modo, SIEMPRE tenemos que reñirle si no hace algo bien y SIEMPRE EN EL MOMENTO en que lo está haciendo.

No se debe restregar el hocico del perro en la orina o las heces, o gritarle cuando nos encontremos el “regalito”. El perro se asustará, pero porque nos ve enfadados y no entenderá por qué lo estamos haciendo.

 

BAÑO

Hasta que nuestro cachorro no haya completado su vacunación, no debemos bañarlo completamente. Esto no impide que si se ensucia las patitas o el “culete” podamos limpiarlo con toallitas húmedas. Debemos acostumbrarlo, desde bien pequeño, a dejarse limpiar los ojos, las orejas por dentro y por fuera… Es muy importante que sepamos y sobre todo que podamos manipular a nuestro animal, en primer lugar por higiene y en segundo lugar para poder realizar cualquier tipo de tratamiento posterior: ponerle colirio, gotas para los oídos, etc.

Dentro de la higiene de nuestro cachorro no debemos olvidar el cepillado. Dependiendo del tipo de pelaje, tendremos que elegir un cepillo adecuado. Es importante acostumbrarlo desde pequeño, haciéndolo con suavidad y sin cansarlo. Las primeras veces lo cepillaremos durante poco tiempo para que no se aburra y sin darle tirones, premiándolo cuando se porte bien.

Si nuestro cachorro tiene el pelo largo y se enreda con facilidad, debemos desenredarlo empezando por las puntas , sin olvidar que cuanto más lo cepillemos menos se enredará.

 

COMPORTAMIENTO

Hasta los 6 meses de edad aproximadamente, todas aquellas vivencias y aprendizajes que tenga nuestro cachorro, influirán en su comportamiento de adulto. Por tanto es muy importante que desde el primer día que tenemos a nuestro animal en casa,  le enseñemos su lugar dentro del núcleo familiar. Este aprendizaje es un proceso lento y que requiere paciencia.

La primera orden que debe aprender es el SI y el NO, debemos enseñarle lo que esta bien y lo que está mal.

Cuando un perro llega a casa, debe aprender cual es su sitio en la familia, cuales son sus normas, y en definitiva, a convivir de la manera más gratificante que sea posible.

Es importante que el cachorro tenga su mantita, su comedero y bebedero, sus juguetes, pero eso no implica que sean sólo suyos. Es decir, nosotros podemos coger su mantita si queremos cambiarla de sitio, su bebedero para ponerle más agua o su comedero para quitarle la comida. Muchas veces nuestro animal entiende estos actos como una amenaza, pudiendo dar muestras de agresividad que comienzan con un simple gruñido pero pueden terminar en consecuencias peores. Ante la primera reacción de este tipo, debemos cortarla por lo sano.

Lo más sencillo es acostumbrarlo desde pequeño a tocar todas sus cosas, a meter la mano en su comida, etc, para que comprenda que no va a pasar nada y asuma su lugar en la jerarquía. Todo animal que convive en una casa debe saber que el resto de personas de la familia están por encima de él, que son quienes lo alimentan, lo sacan a pasear, le dan su cariño y lo cuidan. Si nuestro cachorro está correctamente socializado, la relación con el esto de personas será mucho más sencilla.

Un problema muy frecuente en animales muy dependientes de sus amos es la ansiedad por separación. Ocurre cuando el perro se queda sólo en casa y destroza todo lo que puede (en especial aquellos objetos que más aprecian sus dueños) pudiendo además orinar, defecar, ladrar, llorar… Básicamente este proceso tiene lugar porque el animal no entiende que sus amos se vayan de casa, no sabe si van a volver y no quiere estar sólo, por lo que llama su atención de esta manera.

Nuestro cachorro debe aprender a estar solo en casa, entender que no pasa nada y que nosotros vamos a volver. Cuando nos vayamos de casa no debemos despedirnos de una manera muy efusiva, ni al regresar darle una gran bienvenida, simplemente debemos entrar y salir de casa de una manera lo más natural y rutinaria. De esta manera el animal asumirá nuestro ritmo de vida y no “sufrirá” cuando nos marchemos.

En los primeros días de convivencia con el cachorro, cuando se quede sólo por la noche, puede empezar a llorar porque quiere estar con nosotros. No debemos acostumbrarlo mal. Ante sus lloros lastimeros, no debemos acudir a tranquilizarlo para que se calle, sino, sabrá que cada vez que llore sus amos irán ante su llamada. Una vez que se dé cuenta que por llorar no consigue nada, se cansará y se dormirá. ¡Es asombroso lo rápido que aprenden!

 

VACUNAS Y DESPARASITACIÓN

Antes del mes y medio de edad, el cachorro todavía tiene la inmunidad que su madre le ha conferido durante los primeros días de la lactación. Sin embargo, no es capaz de hacer frente a las enfermedades.

Es por esto que debemos comenzar a vacunarlos para cuando cumplan esta edad.

–         La primera vacuna los protege frente a Parvovirus

–          A los 15 días le aplicaremos la vacuna que los va a proteger frente al Moquillo, Hepatitis y la Leptospira.

–         A los 15 días revacunaremos con la Tetravalente, que será un refuerzo de todas las aplicadas anteriormente.

–         A partir de los 3 meses y hasta los 6 meses de edad, debemos vacunar obligatoriamente a nuestro cachorro contra la Rabia así como identificarlo mediante la colocación del Microchip.

Finalizado este plan vacunal, únicamente revacunaremos anualmente con la Tetravalente y frente a la Rabia.

La desparasitación se inicia a partir de las 3 semanas de edad, acabando así con los posibles parásitos adultos que pueda tener nuestro cachorrito. A los 15 días repetiremos la desparasitación para acabar con las larvas de los huevos que hayan eclosionado después y así cortar el ciclo vital de los parásitos. A partir de entonces, repetiremos la desparasitación cada 3 meses.

La vacunación es muy importante para prevenir posibles enfermedades infecciosas que pueda padecer nuestro animal. Del mismo modo, la desparasitación es importante no sólo para el perro, sino también para nosotros ya que es lo único que nos puede transmitir.

POR TANTO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS PREVENIR ESTOS PROBLEMAS!

 

SALUD

Si conocemos bien a nuestro cachorro podremos detectar enseguida cualquier problema.

Es importante observar:

# La piel: debe ser sonrosada y sin descamación.

# El pelo: debe ser brillante y espeso.

# Los ojos: no deben lagrimear, la legaña debe ser pequeña y blanca-transparente o negra.

# El hocico: no debe tener secreción.

# Los oídos: deben de estar limpios, sin secreción ni olor.

# Los dientes: deben estar limpios, sin sarro ni mal aliento. Y las encías sonrosadas.

Ante cualquier anormalidad, debemos consultar con nuestro veterinario. Si tenemos en  cuenta estos pequeños detalles y actuamos con prontitud, podemos diagnosticar precozmente cualquier patología y el pronóstico será mucho más favorable.

 

En definitiva:

PODER DAR A NUESTRO CACHORRO UNA BUENA CALIDAD DE VIDA DEPENDE DE UNA SERIE DE PAUTAS SENCILLAS, QUE LE PROPORCIONARÁN SALUD Y BIENESTAR, Y QUE NOS PERMITIRÁN DISFRUTAR DE NUESTRO NUEVO COMPAÑERO DURANTE MUCHO TIEMPO.

/ Artículos de interés / Etiquetas:

Comentarios

No hay comentarios.

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *