SU HISTORIA
Nacida en mayo de 2004, Castaña tiene un carácter dulce y amable, tranquilo y obediente. Adora la compañía humana y se la puede llevar a cualquier sitio en cualquier circunstancia porque tiene un natural «saber estar» que hace de ella la podenca elegante y equilibrada que es. Incomprensiblemente, nos la dejaron atada a la puerta del refugio en unas condiciones lamentables de salud. Sin pelo, sin carne, casi sin fuerzas para tenerse en pié… Desde el principio, sin conocernos, permitió que la desparasitáramos, que la aseáramos, ha seguido puntual y tranquilamente su tratamiento y las visitas al veterinario eran tan dulces como todo en ella. Es una de esas peludas que de vez en cuando tenemos la suerte de conocer, junto a la que todo es paz y equilibrio.
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