En medio de la dureza de nuestra labor, hay momentos en los que nos paramos y miramos atrás para tomar fuerzas. Ver que todos estos peludos, trocitos de nuestra vida y nuestro corazón, han encontrado hogar nos llena de alegría, de esperanza y de ganas de seguir empujando. Vuestra felicidad es nuestra fortaleza, bonitos. No os olvideis de nosotros.
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