Esta pequeña traía el nombre escrito en la expresión de su cara, bombita mía.
Cuando el bombero te puso en mis brazos te lanzaste a lamerme la cara
y a acurrucarte en mi cuello, agradeciéndo que te hubieramos rescatado
por fín. Has crecido en tamaño y en alegría junto a nosotros y ahora
has de seguir creciendo y aprendiendo a convivir con otros humanos que
te van a dar todo el amor que te mereces. Sé tú misma y triunfarás.
Comentarios
No hay comentarios.